La leche se usa para los productos cosméticos como geles o cremas. Esto se debe a que es un componente natural con proteínas y vitaminas A, B y D que nos ayudan en nuestro día a día a tener la piel nutrida y a proteger la dermis de agentes externos.
¿Para qué sirve incorporar leche en la rutina de cuidado?
La leche sirve para hidratar la piel, compensando de esta forma la pérdida de nutrientes durante el día. También para proporcionar proteínas y calcio que nos ayuden a potenciar los efectos beneficiosos que contiene la leche.
Usar leche para nutrir la piel no es un invento moderno, debemos remontarnos a la historia, cuando Cleopatra comenzó a darse baños de leche para mantener su piel siempre joven y tersa.
Su técnica de belleza ha perdurado en el tiempo aunque con métodos más modernos.
A día de hoy hay diversos productos que incorporan la leche para la higiene y el cuidado corporal y facial, con fórmulas que reúnen todos los beneficios de este ingrediente para nuestra piel.
La leche tiene numerosos beneficios para el cuidado corporal. En su composición encontramos principios como las proteínas y la vitamina A, que nos ayudan a tener una piel más joven y nutrida. Además, la vitamina E ayuda a mejorar la hidratación de la dermis desde el interior de nuestro cuerpo.
- Las proteínas procedentes de la leche ayudan a la renovación celular en las capas profundas de la epidermis.
- El calcio da elasticidad al cutis, una cualidad clave para resistir agresiones externas, mantener la piel más cohesionada y fortalecer el tejido.
- La Vitamina A es un aliado para conseguir una piel tersa y tonificada. Además, nos ayudará a prevenir enfermedades de la piel y signos de envejecimiento como son las arrugas o manchas.
- La leche también aporta vitamina D, que ayuda a mantener la piel más joven y radiante.
- El ácido fólico de la leche nos proporciona una dermis más suave y luminosa por más tiempo.
- Utilizar leche en la rutina de cuidado es, sin duda, la mejor forma de reforzar nuestra piel.
No todas las pieles son iguales y tampoco deberían serlo los productos con los que protegemos e hidratamos nuestra piel día a día. Es por eso que debemos identificar nuestro tipo de piel.
Piel seca
La piel seca debe hidratarse con mucha frecuencia, porque se caracteriza por mostrar agrietamiento, enrojecimiento, picores y sensaciones molestas. Por eso, recomendamos usar productos de la gama Lactourea de Lactovit
Lactourea con propiedades ultra hidratantes es perfecta para reparar la piel seca y extraseca.
Piel normal
Aunque a simple vista luzca bien, no hay que descuidar la piel normal. Puede estropearse, envejecer y deshidratarse fácilmente si no se cuida correctamente ya que requiere de la absorción de nutrientes para mantener su frescura y suavidad. Para su cuidado diario, recomendamos la gama Nutritiva de Lactovit, que ayuda a mantener la piel joven
Piel grasa
Son pieles que producen un extra de sebo o grasa que se hace evidente muy rápidamente y puede generar pequeños granitos e imperfecciones. Incluso este tipo de pieles requieren de hidratación, siendo insuficiente el uso solo de un gel de ducha en el cuidado diario. Es por eso que debemos buscar leches corporales como Instant de Lactovit, que nos ayudan a regular la secreción de sebo natural de nuestra dermis incluso en pieles grasas o mixtas.
Como hemos visto, la leche aporta gran cantidad de beneficios a nuestro organismo. Gracias a la leche como componente activo en geles y cremas desodorantes, podemos reforzar nuestra piel de forma efectiva y duradera.
También es una ayuda para prevenir el envejecimiento, ya que cuida nuestra piel y la mantiene más luminosa, ayudando a su renovación continua.
Es por esto que usar productos lácteos para la higiene, puede ayudarnos en el cuidado diario de nuestra piel, garantizando nuestra salud y una belleza más radiante y renovada.
Y ahora que conoces un poco más los beneficios que la leche aporta para tu salud y tu piel, ¿estás preparad@ para incorporarla en tu cuidado diario?