La irritación de axilas es un problema más común de lo que nos pensamos. El uso de ciertos productos en nuestra higiene diaria puede provocar reacciones en las zonas del cuerpo más sensibles como las axilas, pudiendo favorecer la aparición de rojeces o picores si no le damos un trato y cuidado adecuados. Pero, ¿por qué se produce la irritación de las axilas?

Al tratarse de una zona especialmente sensible, fina y que recibe menos luz solar, las axilas están más expuestas a agresiones externas como la depilación o fricción de la ropa. Así mismo, el exceso de sudoración es otro de los principales causantes de la aparición de posibles irritaciones y picores en las axilas. La elección de un buen desodorante, generalmente puede ayudar a evitarlo, sin embargo, ¿qué otras razones pueden afectar y producir axilas irritadas?

Depilación

La utilización continuada de maquinillas de afeitar puede herir gravemente la piel, por ello, es recomendable cambiar cada pocos usos de maquinilla, intentando elegir aquellas con bandas hidratantes. Asimismo, el afeitado resultará más sencillo si lo aplicamos durante una ducha, ya que el agua caliente ayudará a los poros a estar más abiertos facilitando el corte, además del gel de baño que empleemos.

El uso de ceras para la depilación de las axilas es otro factor que puede favorecer la irritación, debiendo siempre hidratar muy bien la zona después de aplicarla.

Higiene incompleta

Si no se mantiene una higiene adecuada de forma diaria en la zona de las axilas, puede generar la proliferación de bacterias siendo las responsables de la irritación y malos olores. Al tratarse de una zona del cuerpo muy fina, permeable y con carencia de luz solar, favorece una serie de condiciones que repercuten de forma inmediata en picor y acidez de la axila.

Falta de Exfoliación y un correcto tratamiento de la piel

La piel de las axilas, igual que la del resto de nuestro cuerpo, necesita respirar, transpirar e hidratarse, ya que como el resto de la dermis produce residuos y pieles muertas. Por otra parte, debemos añadir que esta zona mantiene una fricción constante con la ropa, fomentando su “hipersensibilidad” al roce producido por esta.

Por ello, debemos mantener una constancia en su cuidado, aplicando las cremas y productos adecuados para cada tipo de piel, recomendando su uso nocturno. ¿El por qué? Debido a que nuestro cuerpo mantiene menor actividad física y produce una mayor regeneración de los tejidos durante nuestras horas de descanso.

Dermatitis producida por otros productos

El uso de determinados perfumes o desodorantes en las axilas que contienen alcohol, así como la aplicación de remedios caseros como limón o bicarbonato “recomendados” en muchos portales de internet como “solución” para las manchas de la piel, pueden llegar a producir una grave irritación y alergia en esta zona.

En ese caso, la elección de un buen desodorante será fundamental.

Principalmente, manteniendo una hidratación adecuada en esta zona. Además, en la mayoría de situaciones las irritaciones pueden desaparecer rápidamente manteniendo una correcta higiene personal a través de la ducha y empleando desodorantes suaves con la piel.

No obstante, si la irritación o los malos olores persisten, estos problemas pueden derivar en otra clase de síntomas ante cuya aparición lo recomendable será consultar a un médico especialista.

Cómo las axilas pueden advertir sobre tu salud

Las axilas están compuestas por una gran cantidad de glándulas sudoríparas y tal como comentábamos un poco más arriba, es una zona que favorece el crecimiento bacteriano repercutiendo en los malos olores.

En ocasiones, esos malos olores pueden ser alertas sobre algunos problemas de salud relacionados con cambios hormonales o una señal de posible diabetes debido a desórdenes en la capacidad del organismo de procesar los azúcares.

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