La higiene personal y el cuidado de la piel preocupan siempre a los expertos en dermatología. Hay numerosos estudios que indican los mejores hábitos de higiene para mantener una piel saludable y un aspecto joven.
Por ejemplo, está demostrado que una ducha para comenzar nuestra rutina diaria puede traer numerosos beneficios no sólo en el aspecto físico, sino también psicológico, ya que despeja la mente, activa el cuerpo y nos prepara para empezar mejor el día.
Aunque no sólo ducharse de día es beneficioso, como veremos en este artículo, ducharse de noche puede también ser de utilidad para ayudarnos a dormir. Además, descubriremos los beneficios de las variantes de frío y calor, así como las ventajas de hidratar el cuerpo después de un baño.
A la hora de establecer nuestra higiene diaria no podemos olvidarnos del planteamiento de una rutina de aseo e higiene personal que se adapte a nuestro ritmo de vida.
Para mantener la piel cuidada debemos seguir unas pautas tanto en el número de duchas diarias como en su duración, así como en la temperatura del agua. Según los expertos, lo ideal son duchas de 5-10 minutos, con agua tibia o fría para no provocar irritación en nuestra piel.
También es importante la forma en la que nos duchemos, lo recomendable es seguir siempre una rutina que pase por todas las partes del cuerpo para no olvidar zonas poco accesibles como la espalda o los pies.
Asimismo, al tratarse los pies de un área sensible a infecciones, no solo es importante acordarse de su limpieza en la ducha sino también de un posterior secado exhaustivo, evitando los rastros de humedad.
Hay que tratar la piel con cuidado, tanto al enjabonar como al aclarar. Debemos ser cuidadosos, la limpieza debe ser suave evitando presionar o rascar la piel para favorecer una buena circulación sin causar fricción.
El toque final: una hidratación diaria del cuerpo utilizando cremas que nutran la piel y mantengan su estado de salud ideal, manteniendo además un aspecto joven.
Ducharse por la mañana o por la noche dependerá de nuestra rutina diaria. También dependerá de nuestra actividad laboral, nuestro estado de ánimo y, por supuesto, la temperatura exterior.
La pregunta está en el aire, ¿cuál es la mejor hora para tomar un baño?
Beneficios de ducharse por la mañana
Ducharse por la mañana es la mejor forma de activar tu cuerpo. Hay personas que sufren para despertarse, por lo que es una buena forma de arrancar el día y quitarse de encima los últimos rastros del sueño.
Una ducha mañanera también estimula nuestra mente, ya que vamos a favorecer la circulación de la sangre y, por lo tanto, una mayor oxigenación para nuestra mente.
Por último, otro de los grandes tips de las duchas mañaneras es tratar de acabar la ducha con agua templada o fría, para ayudar a despertar los músculos y mejorar la circulación. Empezar el día con una rutina de aseo que combine ducha e hidratación posterior no solo nos ayudará a empezar el día con energía sino también a mantener la piel hidratada durante toda la jornada.
Beneficios de ducharse por la noche
Dentro de una rutina diaria, es la mejor forma de indicarle a tu cuerpo que es la hora de acostarse. Relajarse con agua después de una larga actividad en el día nos ayuda a reposar los músculos y a liberar tensiones.
Además de ayudarnos a dormir, una ducha por la noche tiene grandes beneficios para la hidratación de la piel. Sobre todo si combinamos la ducha con la posterior aplicación de cremas hidratantes conseguiremos nutrir nuestra piel en profundidad y repararla calmando posibles problemas cutáneos como rojeces o picores.
Por supuesto, la sensación de limpieza y frescura antes de ir a la cama nos ayudará a sentirnos bien.
Hay quien no soporta una ducha de agua fría o todo lo contrario según la época del año en la que nos encontremos.
Lo que está claro es que, aparte de nuestra sensibilidad y temperatura corporal, ducharse con agua fría o caliente nos aporta muchos beneficios en el cuerpo y la mente.
Ventajas de ducharse con agua fría
- Estimula la tonificación de la piel y previene la caída del cabello, incluso logrando que tengamos un aspecto más radiante y luminoso.
- Nos prepara y activa el cuerpo, favoreciendo una mejor circulación cardiovascular.
- Gracias a la liberación de la adrenalina, nos mejora el estado de ánimo y es un antidepresivo natural.
- Muchos escritores y atletas profesionales coinciden en que una ducha bien fría les ayuda a concentrarse y aumentar la actividad neuronal.
Ventajas de ducharse con agua tibia
- Con el calor, los poros de la piel se abren, de esta forma conseguimos liberar elementos tóxicos en nuestra dermis.
- Aumenta la dilatación de los vasos sanguíneos, por lo que el oxígeno llega antes al cerebro y puede ayudarnos con esas molestas jaquecas.
- Tiene un efecto similar al de un spa y masaje en nuestro cuerpo y cabeza, por lo que nos ayuda a calmarnos y frenar la ansiedad.
- El vapor del agua caliente nos ayuda a liberar las fosas nasales y descongestionar.
- Favorece la relajación de los músculos, por lo que después de una larga actividad física, se recomienda un baño o una ducha caliente.
Es importante que los geles contengan agentes nutritivos que nos ayuden a rehidratar y nutrir la piel, aportando suavidad a la misma y favoreciendo el mantenimiento de una piel saludable.
Otro factor a tener en cuenta es el pH de la piel: no es lo mismo el 5,5 de niños y jóvenes que el 7 de un adulto. Por lo que debes buscar un equilibrio en los geles de ducha familiares.
Otro aspecto a tener en cuenta es la sostenibilidad medioambiental. A la hora de elegir nuestro gel de ducha, es importante fijarnos en que su packaging sea reciclable y ayude a minimizar el impacto en el medio ambiente.
Es por eso que un gel lácteo como el de Lactovit nos ayuda al cuidado diario de toda la familia.